lunes, 26 de septiembre de 2011

Las mujeres en las élites políticas Congresales de Bolivia (1985-2009)




¿Quién(es) elgie(n) a los candidatos en nuestro país para competir en procesos electorales?, si su respuesta es que son los partídos políticos los encargados, entonces estarémos de acuerdo en que la selección de candidatos para los procesos mencionados, dependen casi enteramente de los partidos políticos.

Partidos políticos que pueden dividirse en dos, los que actuan de acuerdo a lo que ordena su líder nacional o de acuerdo a lo que determina un grupo de personas que ocupan altos cargos en la estructura partidista, lo que en otros términos más académicos lo llaman “agencia partidista no elegida y el líder del partido (Hazan y Rabat, 2009:41).

En este brevísimo intento de describir la composición de la élite política congresal boliviana (1985-2009) más cualitativo que cuantitativo, que se apoya principalmente del texto del investigador Romero Ballivian (2009), nos limitaremos a estudiar la variable de género en el mencionado espacio elitario como “método de selección funcional” (Hazan y Rabat, 2009:42) que se basa en asegurar representación de grupos considerados “minoriarios” como el de las mujeres.

i. Víctor Paz Estenssoro 1985-1989:
Del total de parlamentarios vistos (143).  En el tema de género, la mayoría masculina es abrumadora con el 97,3%, frente a apenas cuatro mujeres pertenecientes a ADN.

ii. Jaime Paz Zamora (1989-1993):
Del total de los congresistas revisados en este periodo constitucional (143). En lo que respecta al género, nuevamente la diferencia es substancial, aunque no tanto como en el anterior caso, aquí las mujeres estaban representandas en un 7% (10), frente a un 93% de hombres (133); además de estar representadas no sólo en partidos minoritarios, sino también en la coalición gobernante; en suma, ADN era el que tenía mayor representación femenina con cinco casos, le seguía el MIR con dos (de las que resalta una de las primeras mujeres en llegar a la Cámara Alta del Senado, se trataba de la señora Elena Calderón Lazo de la Vega de Zuleta, dueña de una agencia de viajes en el departamento de Potosí.) y Condepa con una representate (Remedios Loza, este caso es muy especial por su carácter simbólico, porque representa el asenso al poder de una mujer de pollera, que además de esto tenía los méritos de haber co-conducido un programa de televisión con el máximo dirigente de su partido y en haber sido la mujer con más releecciones (3) obtenidas en el periodo que se revisa).

iii. Gonzalo Sánchez de Lozada (1993 – 1997):
Del total de casos hallados (149). En el tema de género, se aprecia un aumento de la presencia femenina respecto a anteriores periodos congresales, ahora con el 8,7% (13) mujeres representadas en los partidos mayoritariamente votados y además en el principal partido gobernante, el MNR con siete parlamentarias (Entre las que se cuentan, a la primera mujer presidenta de la Cámara de Senadores por el MNR, se trataba de la abogada Mirtha Quevedo Alinovic).

iv. Hugo Banzer, Jorge Quiroga (1997-2002):
Del total de casos (152). En temas de género, la presencia femenina en el Congreso sigue la misma tónica del anterior periodo constitucional, con el 8,6 (13)% de representación, pero con la novedad de que la representación femenina estaba repartida ahora en seis partidos políticos, en comparación con el Congreso anterior en cuatro partidos (Aquí además es importante hacer notar que entraría en vigencia la Ley de Cuotas para asegurar la presencia femenina en el parlamento, que establecía que al menos el 30% de las listas de candidatos de los partidos políticos debería estar constituido por candidatas mujeres).

v. Gonzalo Sánchez de Lozada, Carlos Mesa y Rodríguez Veltzé (2002-2005):
Los miembros estudiados de las élites congresales en este periodo estaban agrupados en un conjunto de 152. En el campo del género, los datos son más alentadores pues, ahora la representación femenina ocupa el 18,4% (28) del total de la muestra obtenida; representadas en cinco partidos políticos diferentes, en mayor medida en el  partido gobernante MNR con un total de once parlamentarias (Entre ellas se encontraba la hija del Presidente Sánchez de Lozada, se trataba de la señora Alejandra Sánchez de Lozada Iturralde, de profesión bióloga).

vi. Evo Morales (2005-2009):
En el último de nuestros casos aquí estudiados, del total de casos obtenidos (155). En la variable de género la representación femenina baja en aproximádamente cuatro puntos respecto al anterior, ya que se obtiene una muestra de 14,8%(19) de representación femenina, repartidas en las principales fuerzas políticas; un dato adicional es que el MAS sube de su representación femenina de haber tenido cuatro congresistas en el anterior periodo legislativo a diez en el actual estudiado siendo todas mujeres representantes de organizaciones sindicales y campesinas, con exepción de la señora Elizabeth Salguero que dirigía una ONG feminista.

Finalmente:
A la luz de los datos expuestos, se observa que la representación femenina transcurre en el tiempo incrementándose significativamente no sólo en los partidos minoritarios, sino también en los partidos políticos que les tocó gobernar.

Los datos también muestran dos cuestiones interesantes: la primera, existe al menos algunas representantes femeninas que ocuparon cargos importantes en el Congreso Nacional; la segunda, la representación femenina no estuvo alejada de las influencias partidistas, clientelares o de tendencia autoritaria cultural que refleja cada partido político de forma individual.

En definitiva, aún con los supuestos avances de democratización interna de los partidos políticos en curso y de las normas de inclusión de cuotas en el caso del género por ejemplo, no es posible tener una visión exácta de la estructura de poder político si antes no escudriñamos por esos “olores de la cocina electoral” (Duverger, 1959:354).


Referencias:
Duverger, M. 1959. Political parties: Their Organization and Activity in the Modern
State. New York: Wiley & Sons, Inc.
Hazan, R. y Rahat, G. 2009. Selección de candidatos: métodos y consecuencias. En:
Selección de candidatos, política partidista y rendimiento democrático. Freidenberg, F. y Alcántara, M. eds. México.
Romero, S. 2009. Diccionario biográfico de parlamentarios 1979-2009. Bolivia:
FUNDAPPAC.




* Este artículo fue publicado en el periódico boliviano Página Siete, Suplemento IDEAS, 25 de septiembre de 2011:

http://paginasiete.info/web/ideas.aspx?seccion=ideas&fecha=20110926

miércoles, 21 de septiembre de 2011

La socióloga Silvia RIvera habla sobre el problema del TIPNIS en Bolivia...



Sólo cubierta por un techo de nylon y una lámina de cartón humedecido por la lluvia, así se halla la vigilia de varias organizaciones indígenas que apoyan la marcha en defensa por el TIPNIS. En medio está la investigadora y socióloga Silvia Rivera, quien el lunes se sumó a esa manifestación y reclamo contra las acciones del Gobierno. Concluye: “Los mestizos acomplejados” también son culpables del conflicto.

¿Por qué apoya esta vigilia?

Desde el gasolinazo declaré públicamente que se había acabado la luna de miel con el Gobierno porque estaban encaramados los mestizos acomplejados que quieren parecerse a Brasil, que quieren estar con las misses, que tienen un pobre sentido de pobre, un triste y escaso amor por su tierra.

Me refiero al Vicepresidente y a varios ministros que son oportunistas, da pena que haya gente así, capaz de renunciar a sus convicciones sólo por una tajada del poder.

¿Tuvo puntos de coincidencia ideológica con el Gobierno o el Vicepresidente?

Nunca estuve con García Linera, he sido solidaria con él cuando estaba preso, pero especialmente con las mujeres que estaban presas, Raquel Gutiérrez y Silvia de Alarcón; he sido solidaria como con todo preso político. Estuve siempre con cocaleros y cocaleras de los Yungas –donde he vivido un par de años y he escrito un libro- y ése es el nexo. He marchado con Evo Morales en 1998 cuando marcharon igual que otros lo hacen hoy, han recibido acoso, pero nunca la agresión que han recibido los marchistas ahora.

¿Entonces su denuncia apunta específicamente a la agresión contra los indígenas?

También, pero la denuncia principal es hasta cuándo va a haber semejante distancia entre las palabras y los actos, hasta cuándo seguirán mintiendo al pueblo de que quieren diálogo y reprimen. Están diciendo que se hará una consulta, cuando debía haber sido previa a la firma del contrato, porque no puede ser previa a la construcción de la carretera, además no hay licencia ambiental. Toda esa carretera está pensada para los intereses del Brasil. Estos acomplejados como el Vicepresidente y sus secuaces son personas que tienen delirios de grandeza, quieren parecerse al Brasil. Esos delirios de grandeza hacen que se parezcan mucho a la ultraderecha. Recordemos que “Chito” Valle quería que se haga la represa del Bala y hemos luchado contra eso en las calles y hoy, Álvaro García Linera es el paladín de las represas y la destrucción de la Amazonia.

¿Cuáles son sus observaciones sobre el proyecto de la carretera en el TIPNIS?

Creo que tengo un mínimo de respeto por mis trabajos escritos y he puesto ese pequeño patrimonio al servicio de mujeres que lloran porque la minería se les está metiendo a sus comunidades, por carreteras que hacen caso omiso de la fauna y ni siquiera se hacen para que esa gente saque sus productos al mercado. En Norte Potosí tienen que caminar cuatro días para hallar algo y ni siquiera les hacen una senda. Este no es país, país es una vertebración caminera en pequeño, atendiendo focos poblacionales, hay enormes densidades poblacionales desatendidas en términos de carreteras, pero les encantan los megaproyectos.

¿Se decepcionó del Gobierno?

Bueno, no me he decepcionado de la noche a la mañana. Tenía, como todos los bolivianos, el derecho a la esperanza. Pero esa sensación se fue muy rápidamente, cuando era asesora del viceministro de Coca, Félix Barra, y me di cuenta que Usaid estaba “remetida”, que Usaid definía una serie de políticas, que pagaba algunos sueldos e incluso pagaba cuentas de luz. Entonces, Juan Ramón Quintana hace alarde de querer expulsar a los gringos, cuando los tienes metidos hasta el cogote.

Publicado en Página Siete: http://www.paginasiete.bo/2011-09-21/Nacional/Destacados/3000001211.aspx

jueves, 15 de septiembre de 2011

Libro descargable y recomendable: Financiamentos de los partidos políticos en América Latina. IDEA INTERNACIONAL...



CONTENIDOS:

Prólogo
Vidar HELGESEN
José Miguel INSULZA

Introducción
Pablo GUTIÉRREZ
Daniel ZOVATTO

PRIMERA SECCIÓN

ANÁLISIS REGIONAL
Balance regional: fi nanciamiento político en América Latina 2004-2010
Pablo GUTIÉRREZ
Daniel ZOVATTO
Para llegar a tiempo: apuntes sobre la regulación del fi nanciamiento político en América
Kevin CASAS
Daniel ZOVATTO

SEGUNDA SECCIÓN

ANÁLISIS NACIONALES
El financiamiento político en Argentina
Santiago H. CORCUERA
La corta y sobresaltada historia del fi nanciamiento público a los partidos políticos en Bolivia
Salvador ROMERO BALLIVIÁN
Las finanzas electorales en Brasil
Torquato JARDIM
Financiación de partidos políticos en Chile
Claudio FUENTES
Financiamiento de los partidos, movimientos políticos y campañas electorales en Colombia
Nydia RESTREPO H.
La financiación de los partidos políticos en Costa Rica
Luis Antonio SOBRADO GONZÁLEZ
Financiamiento de los partidos políticos en Ecuador
Simón PACHANO
La financiación de los partidos políticos en El Salvador
Álvaro ARTIGA-GONZÁLEZ
El financiamiento partidario en Guatemala
Anisia Paola ORTIZ LOAIZA
El financiamiento político en Honduras
Guillermo CASCO CALLEJAS
El financiamiento a los partidos en México
Lorenzo CÓRDOVA VIANELLO
Financiamiento político en Nicaragua
Rosa Marina ZELAYA VELÁSQUEZ
Principales características de la fi nanciación de partidos políticos en Panamá
Eduardo VALDÉS ESCOFFERY
Financiamiento de la política en el Paraguay
Line BAREIRO
Carmen ECHAURI
El financiamiento de los partidos políticos en el Perú
Fernando TUESTA SOLDEVILLA
Financiación de los partidos políticos en la República Dominicana
Francisco CUETO
Financiamiento político en Uruguay
Daniel CHASQUETTI
Financiamiento de los partidos políticos y campañas electorales
en Venezuela
Francisco José VIRTUOSO

TERCERA SECCIÓN

ANEXOS
Tablas comparativas sobre el fi nanciamiento de los partidos políticos y las campañas electorales en América Latina
Bibliografía
Notas curriculares
CD Rom



PARA DESCARGARLO IR A:


http://www.idea.int/publications/funding-of-parties-in-la/index.html

Libro descargable y recomendable: Parlamentos sensibles al género. El estado de la cuestión en América Latina

CONTENIDO:

Prólogo
Agradecimientos
Resumen ejecutivo
Introducción

1. La participación cuantitativa de mujeres en los Parlamentos nacionales de América Latina
2. Las condiciones del trabajo legislativo: las reglas formales e informales
3. El trabajo legislativo y la introducción de la temática de género y de intereses de mujeres en la agenda parlamentaria
4. Algunas apreciaciones acerca del rol predominante que tienen los partidos políticos para asegurar una participación equitativa de mujeres y varones en el ámbito de la política institucional
5. Conclusiones

Anexo: Material empleado para la elaboración del informe 



Para descargarlo ir a: 

http://www.idea.int/publications/parlamentos-sensibles-al-genero/index.html

lunes, 5 de septiembre de 2011

Juventud, medios y web en tiempos de crisis

Pintura: La envidia.


Publicado en el periódico boliviano Página Siete, suplemento IDEAS, 4 de septiembre de 2011.

Una de las vertientes informativas más explotadas en los últimos meses, a propósito de las revueltas en algunos países árabes, es la que da cuenta de un curioso “despertar” de las nuevas generaciones que, unidas en torno a Twitter y Facebook, han ido armando la “revolución” social que posibilitó en algunos casos (Túnez y Egipto) un cambio repentino de sus gobernantes que permanecían por décadas en el poder.
Esta información podría hacer pensar que estamos frente a una nueva forma de organización de protesta social “online”, pero como soy un desconfiado declarado, me propuse investigar y contrastar esta hipótesis.
Resulta curioso ver cómo los índices de uso de internet en estos países son muy bajos. Repasando un reporte del Banco Mundial, en sus estadísticas de desarrollo social apreciamos que en Egipto de cada 100 habitantes tan sólo 17 acceden a internet; la lista continúa con Yemen, donde tan sólo son dos de cada 100 usan la web; Libia con cinco de cada 100; Túnez con 27 de cada 100 y Bahrein con 52 de cada 100.
Si seguimos de acuerdo con la hipótesis de los mass media, podríamos inferir que en Bahrein -el único de estos países donde más del 50% accede a la web- debería haber estallado una revuelta de proporciones.
De pronto -lo demuestran los datos- no es tan relevante el papel de internet en estas movilizaciones; quizás esto obedece a otros criterios, tal vez en realidad los medios masivos de comunicación, encabezados por la radio y la televisión, juegan un papel mucho más decisivo en la influencia de las revueltas.
Quizás esta “poderosa” juventud además de estar atenta de los chismes de sus artistas preferidos, de sus amigos, de sus enemigos, de sus parejas, de intentar hacer nuevos contactos por la red, no está muy atenta a las noticias de corresponsales o de gente que cuelga información sobre las tensiones políticas en sus propios contextos.
Transpolando esta tesis mediática al contexto boliviano, los datos dicen que en el país sólo 11 de cada 100 utilizan internet; pero mi reflexión no pretende terminar en estas estadísticas anecdóticas, más bien veamos si se puede contrastar otra tesis, la de algunos “representantes teóricos y opinadores oficiales” que aseguran que América Latina se encuentra en proceso de resurgimiento o emergencia política y económica, y se muestran extremadamente optimistas respecto de la futura gravitación del subcontinente en el contexto global.
Basta echar un vistazo a algunos de los más leídos periódicos de habla inglesa y española para constatar que la cobertura del contexto de los países “revolucionarios” de Latinoamérica, como Bolivia y Venezuela es, además de escasa, casi repetitiva: todas las informaciones se centran en movilizaciones, revueltas, corrupción, narcotráfico, etc., etc.
No hay ninguna noticia que pueda dar evidencia de una mejora en la economía nacional o de un crecimiento en tal o cuál índice de desarrollo humano. Con seguridad no faltará el defensor ideológico que diga: “Claro, es que esos periódicos son imperialistas, derechistas, oligárquicos”.
Más que intentar responder estas observaciones, basta dejar flotando otras interrogantes: ¿por qué no podemos ser diferentes a los demás sin apelar siempre a nuestra identidad y a nuestra astucia para justificarnos con una respuesta sagaz? ¿Por qué nos empeñamos casi siempre en la crítica acérrima sin proponer alguna alternativa de solución? ¿Por qué seguimos ale- grándonos cuando a alguien le va mal, pero no lo ensalzamos cuan- do algo va bien? ¿Tan difícil resulta para nuestra generación cambiar estos rasgos?