lunes, 14 de febrero de 2011

Robert Michels le escribe a Evo Morales





No sabe cuánto me hubiera gustado estar presente en este momento, por que como todo estudioso de las ciencias sociales, una gran aspiración es ver cómo sus escritos realmente tienen peso en el tiempo, en esta oportunidad me gustaría referirme a Vd. desde la perspectiva de mi libro principal sobre partidos políticos.

Le escribo a Vd. para ayudarle en su comprensión sobre algunos aspectos centrales de las ciencias sociales que manejo en el libro que le menciono, quizás no le alcanzo el tiempo suficiente para revisarlo a profundidad o no le supieron asesorar de forma adecuada al respecto; le escribo porque estoy seguro que lo que dejamos escrito tanto mi persona como otros colegas que tengo le puede ser de utilidad en sus reflexiones diarias sobre la política.

Me gustaría partir explicándole que toda democracia conduce a la formación de oligarquías, de minorías poderosas en aquello que les concierne, de hecho Vd. mismo forma parte de una minoría poderosa, si toma en cuenta en términos absolutos a los miembros de su gremio versus el total de la población, podrá darse cuenta que al final incluso su movimiento político es una suma de varias minorías donde, en el núcleo principal de esta oligarquía se encuentra naturalmente Vd.

Incluso ideólogos tan importantes en el pensamiento comunista como Bukharin establecieron claramente en sus escritos el peligro de que los sistemas políticos de orientación izquierdista llevarían a la formación de clases sociales minoritarias encumbradas en la cima de la administración nacional.

Consecuentemente, no son sólo oligarquías esos señores que se encuentran afincados en la parte oriental de su país o los que tuvieron y tienen más ingresos económicos, otra historia es que los movimientos de masas como el suyo tenga como principal recurso discursivo el de luchar contra el yugo una minoría tiránica o como mejor le convenga situar a tus contendientes, para sustituir ese gobierno de maldad por un nuevo reino de justicia.

Por otro lado, el mantenerse reacio frente a las críticas duras contra su liderazgo no es porque encarne una naturaleza de dictador o sea una persona cerrada en pensamiento, es porque simplemente forma parte de la naturaleza de movimientos como el que forma parte; por tanto me animo a decir que Vd. no es la excepción en el mundo en este aspecto.

Sin embargo, pienso que necesitará como estrategia para mantenerse en el poder en el futuro inmediato más muestras de sumisión ante las multitudes porque el peligro de la formación de: nuevas élites o el resurgimiento de las que ya existen estará latente; aunque tengo la sospecha que lo que menos le gusta a Vd. es aceptar errores propios o tapar el de otros.

A la espera de que esta sencilla nota te haya servido de algo me despido no sin antes comentarle que otros amigos y colegas míos como Vilfredo Pareto, Gaetano Mosca, y Charles Wright Mills estudiosos de las élites están ansiosos por escribirle para darle algunas luces sobre estos temas de manejo cotidiano que son imprescindibles de debatir.

Una versión más agresiva se publicó en el suplemento IDEAS, del periódico boliviano Página Siete: http://paginasiete.info/web/ideas.aspx?seccion=ideas&fecha=20110214

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