lunes, 25 de julio de 2011

Sobre las revoluciones en Bolivia




El artículo de opinión de los señores Diego Ayo y Javier Palza titulado “Las revoluciones y Bolivia[i] bien podría unirse a la muy sensata opinión del señor Fernando Molina[ii] publicado por este diario en fecha 15 de julio de los corrientes.

Los primeros autores aludidos componen su trabajo reflexionando sobre una alternativa de revolución a la que vivimos en nuestros días; decía que puede unirse al artículo del señor Molina porque a grandes rasgos una de sus principales preocupaciones es la carencia de institucionalidad en el sistema político boliviano.

Los puntos por los cuales transitan los señores Ayo y Palza son dignos de una introducción a un manual de implementación revolucionaria en un Estado ideal, sostengo esta afirmación de manera cordial pero tajante al mismo tiempo; ya que los resultados hasta ahora de nuestro sistema político no nos permiten vislumbrar ni siquiera que las nuestras élites políticas tomen en serio este tema; una prueba para confirmar este comentario es la trayectoria política predominante de los miembros del Poder Legislativo en nuestro país, ¿cómo estuvo y está compuesto el Congreso Nacional?, la respuesta es: mayoritariamente con perfil de abogados y miembros extraídos de las estructuras de los partidos respectivos; no existe presencia significativa de miembros que provengan de ramas “productivas” como economía, administración de empresas, etc. (en otro momento prometo presentar con detalle estas aseveraciones ya que forman parte de una investigación más grande).

Cuando hablo de estos perfiles de las élites me refiero a la composición del Congreso desde 1985 hasta 2009; a lo largo de todo este tiempo nos tropezamos con que no había sido casual que en Bolivia en el periodo “neoliberal” y el inicio del “socialismo comunitario” NO se hubiera instalado un debate serio sobre la matriz productiva del país; el debate siempre giró con predominancia en torno a temas políticos, y los pocos temas económicos que se trataron siempre estuvieron impregnados de demandas rentistas para sacar el mayor provecho posible, dejando huérfana a la Bolivia productiva.

A propósito de estos temas políticos actuales, dice el politólogo Peter Smith[iii] que esta ola democrática actual en nuestro continente, se caracteriza por ser una democracia iliberal, donde existen elecciones con todas las de la ley (libres, secretas, competitivas), pero que paralelamente a esto se suprimen derechos ciudadanos ¿Estará tan lejos de nuestra realidad esta tesis?, ¿Comparte Vd. amable lector mi sospecha de que los artículos mencionados y el presente correrán una suerte poco satisfactoria en la agenda pública?, ¿Podrán estas reflexiones llegar más allá de la novela televisiva de preferencia actual?, ¿Será posible dejar de pensar un día en que para hacer una compra, gestión burocrática, pago de multa, etc. no se debe si quiera pensar en guiñar el ojo y levantar la mano izquierda con un billete de acuerdo a las circunstancias?.


Una versión resumida de este artículo fue publicado en el periódico Página Siete de Bolivia, 24 de julio de 2011, suplemento IDEAS, página 7. 

NOTAS:


[i] Página Siete, IDEAS, 17 de julio de 2011, página 7.
[ii] “¿Por qué perdemos en todo?”
[iii] La Democracia en América Latina, 2009, Universidad de Alcalá.

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