Escher, Bond of Union, 1956.
La importancia en la
composición y elección del Poder Legislativo es uno de los pilares
fundamentales para el sistema democrático en curso, en esta línea Flavia
Freidenberg (2002) se encargó de remarcar que de cualquier forma, esta
selección de candidatos debe ser mostrada a todo el público en general aún
cuando los criterios de selección y reclutamiento obedezcan a cuestiones
familiares, de presión política o de cálculo para ganar a otros partidos.
En este sentido, comenzando por
la dimensión de la representación exótica,
Guy Hermet (2001) escribía que es principalmente en América Latina donde las
estrellas de la televisión o del fútbol se cuentan desde hace algún tiempo
entre las nuevas figuras del mercado electoral; nuestra realidad no está muy
lejos de esta afirmación, un vistazo general de los Congresos entre 1985 y 2009
reflejan algunos datos curiosos al respecto; se inicia con 1985 donde se identifica a un
militar de ADN en el Congreso; en 1989 un agrimensor en el MIR y dos policías
en el MNR; en 1993 nuevamente con el agrimensor en el MIR y dos militares en
UCS; para 1997 otro militar en ADN; 2002
deja a un cheff profesional en el MAS, un militar en el MNR y un futbolista en
el MIR; finalmente, durante 2005 resalta un futbolista en Podemos, el mismo que
antes estaba en MIR y un agrimensor en el MAS.
Respecto
a la durabilidad de la representación legislaiva, se puede decir que aquellos
partidos que tienen mayor cantidad de parlamentarios reelectos se encuentran entre
las principales fuerzas políticas gobernantes, por cinco veces consecutivas
desde 1982 hasta 2009 ADN, MIR y MNR son los que tienen la grácia de afirmar
que tienen al menos un parlamentario electo de esa forma en sus filas; luego,
entre la segunda elección y la cuarta, la mayor parte la matienen estos
partidos políticos actualmente etiquetados con el sello de “tradicionales”, además
si se hiciera el recuento tomando en cuenta este último periodo de gobierno, hoy
con toda seguridad el MAS sea el partido que entre en las tablas estadísticas
en este aspecto. Pero este dato mostrado hasta ahora con toda certeza si no lo
conocíamos al menos lo intuíamos, por lo que el valor agregado podría venir del
desmenuedeo del mismo, por ejemplo a nivel del lugar de nacimiento de estos
parlamentarios reelectos.
Se
inicia en este aspecto mencionando con un dato curioso, y es que los que fueron
elegidos por cinco veces son originarios
de ciudades de nuestro país consideradas como pequeñas respecto al eje central
de ciudades grandes (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz), esto se debe a que en en
estos casos de alta reelección los representantes son considerados como
“padrinos” del pueblo (Véase por ejemplo
el caso de Leopoldo Fernández, Morgan López y Mario Rueda Peña) en el mejor sentido
clientelista posible de la palabra; además de ser parlamentarios con un alto nivel
jerárquico al interior del partido al que pertenecen, son también conocidos
como caciques locales.
Haciendo
un paréntesis en este tema de la reelección se observa también que la mayor
parte de parlamentarios nacen en el eje central de ciudades antes mencionadas;
por otra parte, en la comparación entre regiones se observa que la región
andina (La Paz, Oruro y Potosí) lleva cierta ventaja respecto a los otros
departamentos con el 38,5% del total de parlamentarios estudiados (695), el
valle (Cochabamba, Chuquisaca y Tarija) con 29,50% y el oriente (Santa Cruz,
Beni y Pando) con 26%.
Una versión editada de este artículo se publicó en el periódico boliviano Página Siete, suplemento IDEAS, 27 de mayo de 2012.
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