Caravaggio, 1958, Judith decapitando Holofernes
Advertencia: esta columna no tiene correlato alguno con otra controvertida titulada
"El votante populista", más conocida en el mundo del hampa urbano
como la radiografía del puñetes boliviano.
Haciendo a un lado esas afirmaciones demasiado resumidas de que existe
el voto rebaño, que las masas no son capaces de identificar inteligentemente
las opciones o incluso que el acto de votar es una simple ilusión que forma
parte de una gran estafa a la ciudadanía. Intentaré explicar el comportamiento
electoral de los votantes partiendo de la idea de que las elecciones
constituyen un momento crucial para que los gobiernos rindan cuentas
Dicha descripción del comportamiento electoral de los votantes a la hora
de decantarse por uno u otro candidato/partido, emerge a partir de lo que puede
aportarnos la ciencia política desde este tipo de estudios. Esta propuesta descansa
en un colchón teórico de larga trayectoria en las ciencias sociales, en este
caso se extrae los ejemplos que se apuntan a continuación del ensayo de M.
Fraile titulado El voto por rendimientos:
los temas económicos y sociales.
Tanto el voto económico como el social investigan hasta qué punto las
condiciones económicas moldean las decisiones de voto de los ciudadanos en
democracia, en resumen: los gobiernos que presentan resultados económicos
positivos tienen una mayor probabilidad de ser reelegidos que los que presentan
resultados económicos adversos. El politólogo V.O. Key sintetizaría más aún en
cuatro palabras, como "una relación premio-castigo".
Quienes intentamos descifrar desde las ciencias sociales si existe esta
relación premio-castigo de los votantes con los candidatos (y dudamos
seriamente que los votantes sean simples ovejas populistas) nos servimos de una
especie de catálogo del votante por rendimiento que a continuación se describe:
Votante retrospectivo: este tipo de elector se pregunta ¿qué cosas
positivas ha hecho este gobierno por mí en los últimos años? Este votante apoya
cuando considera que el gobierno le cumplió en lo mínimo del bienestar que
busca, pero incluso aquí se plantea otras preguntas como ¿qué se considera como
mínimo de bienestar? ¿cuánta información necesita para calcular este mínimo? ¿Es
racional imaginarse a un ciudadano recolectando y haciendo cálculos minuciosos?.
Votante egocéntrico: Este votante no necesita ser economista para
realizar el cálculo de bienestar mínimo, le basta con haberlo vivido en carne
propia. Pero incluso esto tiene un pero… y es ¿qué pasa por ejemplo si el
votante pierde su trabajo, a quién culpa de esto, a la empresa, al gobierno, al
sindicato, al ex compañero de trabajo?.
Votante sociotrópico: Este tipo de votantes responsabilizan a los
gobiernos más por los resultados de la economía del país o de la sociedad que
por los de su situación económica personal. Entonces emerge otra pregunta ¿Podemos
estar seguros que los votantes creen que la situación económica del país viene
determinada por las acciones de los gobiernos?, ¿los ciudadanos son capaces de
percibir algunos límites como el contexto internacional, el diseño
institucional del Estado?.
Votante por temas relevantes: Aquí se presenta la siguiente figura:
puede ser que a lo largo de la anterior legislatura a la elección hayan surgido
temas que se han hecho particularmente relevantes. La importancia del tema
puede mantenerse incluso hasta la campaña electoral; estas pueden ser
cuestiones controvertidas por la gestión de gobierno y/o por las acusaciones de
partidos de oposición.
Por tanto, el votante económico y social retrospectivo puede resumirse
como sigue: como alguien que realiza una serie de cuentas de las acciones que
el partido en el gobierno ha desarrollado a lo largo de su gestión a partir de
distintas lecturas. Pero aquí conviene matizar que los ciudadanos deben estar
informados y ser conscientes de las variables económicas que afectan al momento
económico como por ejemplo una recesión internacional, o de plano usar un atajo
informativo (tema pertinente para otra ocasión).
Quizás amable lector al leer hasta aquí le queden más dudas que
certezas, pero qué es la humanidad sino una caja indescifrable de la que sólo
podemos tener aproximaciones y no generalizaciones, o mejor aún, quizá alguno
se habrá quedado pensando con qué tipo de votante podría estar identificado,
sobre todo pensando de cara a las próximas elecciones para gobernadores y
alcaldes.
Esta columna fue publicada en el periódico Página Siete, Suplemento IDEAS, 16 de noviembre de 2014, link: http://www.paginasiete.bo/ideas/2014/11/16/comportamiento-electoral-boliviano-38240.html
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