domingo, 28 de junio de 2015

Bolivia: Las tres dimensiones de nuestra política






Acerca de las pasadas elecciones sub–nacionales mi impresión es que además de tener claro, de partida, el hecho de que no se trata de un plebiscito al Presidente Morales, aunque muchos se empeñen en afirmar esto, no lo fue, aunque lo que sí creo que se debería diferenciar es una elección en dos dimensiones territoriales por separado: Gobernadores y Alcaldes.

Quedó claro, tanto por analistas como por dirigentes oficialistas, que el proceso de reclutamiento y selección de candidatos en el MAS falló terriblemente; de los resultados pueden emerger al respecto dos escenarios: a) que el oficialismo se empeñe en que sin Evo no son nada y por tanto hay que plantear la reforma constitucional; b) que se haga un proceso de autocrítica en el MAS del que emerja una recomposición de fuerzas y una seria decisión de formación de cuadros.

En las gobernaciones:

Un fenómeno que se repitió en casi todos los casos para el oficialismo es el voto cruzado, aquí el criterio de identificación simbólica de los electores con los candidatos no tuvo éxito, pongo un ejemplo: dice Carlos Macusaya, para el caso de los jóvenes alteños, que ven en Felipa Huanca a una señora que es un resabio de algo poco tentador de superar (mujer humilde de pollera, rural y sacrificada), en cambio, ven en Félix Patzi el objeto que de alguna forma les inspira a superar (hombre que salta del campo a la ciudad, con perfil académico y con capacidad para moverse en el mundo de las clases altas y el poder). Podría seguir así con otros casos como el del ex futbolista Gatty Ribeiro en la alcaldía de Cobija.

En general creo que el MAS se equivocó a nivel de las gobernaciones al mostrar muy tempranamente sus fichas y la oposición hizo un buen ejercicio de analizar candidatos que podrían hacerles frente, más allá de los que ya estaban cantados. Como resultado al mal planteamiento de candidatos oficialistas, y las correspondientes sospechas que se cernieron a sus alrededores, en las filas del votante masista se observó el apoyo cruzado, esto último se materializa en el control que tienen de casi todas las Asambleas Departamentales, menos la de Santa Cruz. Aquí estamos frente a lo que en ciencia política se conoce como votante retrospectivo: este tipo de elector se pregunta: ¿qué cosas positivas ha hecho este gobierno por mí en los últimos años? Este votante apoya cuando considera que el gobierno le cumplió en lo mínimo del bienestar que busca.

En los municipios:

Si uno tuviera que poner un titular en este punto diría que es el aterrizaje de la democracia de mayorías, aquí se evidencia todo lo contrario en cuanto al voto cruzado en el caso anterior; la ciudadanía de las capitales de departamento más El Alto se inclinaron a apoyar de forma mayoritaria a aquellas organizaciones opositoras al MAS (ya va siendo hora de que hablemos con propiedad y no digamos la oposición en singular sino en plural por la diversidad de fuerzas de este lado en el país), los casos más emblemáticos que me vienen ahora mismo a la mente son los de La Paz, El Alto, Tarija, Cochabamba, Cobija, y Santa Cruz. Todos ellos tienen el suficiente poder en el concejo municipal como para llevar adelante sus proyectos, ergo: estamos frente a pequeños Evo Morales –si me permiten–, ahora es el momento de que demuestren estos líderes todo su potencial y, además de mostrarnos a nosotros, los ciudadanos, si existe una forma distinta de gobernar en mayoría sin la necesidad de hacer pactos postelectorales a la manera en la que se hace en el Ejecutivo Nacional como tanto se han empeñado en criticar.

En esta dimensión estamos frente a un tipo de votante por temas relevantes: aquí se presenta la siguiente figura: puede ser que a lo largo de la anterior legislatura a la elección hayan surgido temas que se han hecho particularmente relevantes. La importancia del tema puede mantenerse incluso hasta la campaña electoral; estas pueden ser cuestiones controvertidas por la gestión de gobierno y/o por las acusaciones de partidos de oposición.

Los resultados electorales para gobernadores:

Simplemente como un ejercicio de datos (véase la tabla adjunta), si uno compara las elecciones a gobernador del 2010 con esta de 2015, se observa que en proporción el MAS pierde entre 4 y 5 puntos porcentuales de apoyo en los departamentos de Santa Cruz, Beni, Chuquisaca, Oruro, Potosí; donde da un salto interesante es en Pando con un crecimiento del 16%. En Tarija baja 8 puntos entre elecciones, pero el caso más negativo es el de La Paz donde su bajada es de 20 puntos entre elecciones, mientras que el caso más exitoso es en Cochabamba que sigue siendo su plaza fuerte con más del 60% de apoyo electoral. Esto da incluso para debatir el caso de la anulación de UD en Beni ¿A quién benefició esto?

Una para las oposiciones:

No entiendo por qué se habla de liderazgos en surgimiento de proyección nacional, si ponemos atención, ningún líder hasta ahora ha sido capaz de salir de su plaza principal, ni Rubén Costas, ni el difunto político Juan del Granado, incluso, ni el propio Luis Revilla, quien, en su segunda elección, no puede salir del municipio paceño.

Otra para el oficialismo:

Más allá de los datos que se describen aquí, no se puede obviar el hecho de las importantes derrotas simbólicas que sufrió el MAS en los municipios grandes como Tarija, Cochabamba, Trinidad, y especialmente el caso de El Alto; este último, a juzgar por la lectura de los dirigentes del oficialismo, sería el que más dolió dentro de las derrotas; nuestra política nos ha demostrado que más allá de las victorias numéricas son éxitos simbólicos y eso es lo que las oposiciones se están empeñando en demostrar en estos últimos días con su supuesta avanzada territorial.

Esta columna fue publicada en el Periódico Los Tiempos y en el Semanario La Época:


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